El juego fuerte puede esperar. Las locuras por un córner no cobrado o la bronca por un gol en contra también... Un partido amistoso no es cuestión de vida o muerte en ningún lado, y en el hockey tampoco. Mucho menos para Holanda, la selección que ayer jugó su primer amistoso de prueba de cara a la competencia que larga mañana y que goleó sin dramas a Nueva Zelanda, 4 a 0.
Fue superior la gran naranja, eso quedó claro. Caia van Maasakker, Lisanne de Lange, Rosalin Drost y Malou Pheninckx le aportaron goles a ese juego fino y contundente de Holanda. Pero lo que importaba para ellas no estaba en el campo sino a su costado; en las tribunas a medio hacer y en el pasillo que hay entre los bancos de suplentes y el salón de prensa y reunión de Natación y Gimnasia.
Chicas y niñas, jugadoras de algún club tucumano en su mayoría, estuvieron al pie del cañón con las holandesas. Las vieron atentas durante los tres tiempos de 20 minutos que duró el partido (a pesar de la movilización paralela a causa de la inauguración oficial de la nueva cancha y la estadía de los funcionarios). El equipo no solo devolvió gentilezas con esa goleada, también lo hizo con buena onda antes de volver al hotel. En ese momento se sumó Nueva Zelanda. Es que las "black sticks" no pudieron quebrar jamás las líneas naranjas, pero se unieron a ellas al momento de posar ante una cámara tucumana.
¡Para eso también sirven los amistosos! Y ambas selecciones lo entendieron a la perfección. Maartje Paumen por ejemplo (nada más y nada menos). Una de las mejores jugadoras del mundo hizo de las suyas con la bocha durante el partido, y después de estar imparable para las rivales, puso stop en cada paso para sonreír con una niña fan del hockey y cumplirle su sueño. Kayla Sharland, capitana neozelandesa, imitó a su colega luego de charlar un rato junto a ella, comentando del partido y el buen estado del campo. "Loving the support in Argentina", tuiteó la jugadora desde la red social del pajarito. Amamos el apoyo en Argentina, quiso decir, abrazada a dos niñas del club que quisieron saludarla luego del encuentro.
"El resultado no importa dijo el coach argentino de Holanda, Maximiliano Caldas y sintetizó la historia: fue tiempo de hacer amigos. La liga puede esperar.
Esperanza, ante todo
"A la esperanza de vencer la tenés siempre, pero este partido amistoso no cuenta. Estamos bien tranquilos, contentos y nos gusta como está todo acá", dijo "Maxi", y habló por todas sus chicas cuando dijo que el optimismo de triunfar en la liga jamás se pierde. Si bien el de ayer fue solo una prueba, el coach avisó que cada partido de liga será tratado con la seriedad que merece.